martes, 29 de septiembre de 2009

Somos hijos de las estrellas

De una u otra manera los seres humanos a pesar de nuestra complicada y llena agenda de actividades terrestres, nos detenemos a mirar el cielo una y otra vez. ¿Por qué? ¿Qué miramos? ¿Qué buscamos? Se ha detectado que en las estrellas hay aminoácidos al elementos fundamentales dela creación de los seres orgánicos de ahí que sin saberlo quizá seamos una estrella o hijos de ellas. ¿Por qué nos detenemos a mirar a las estrellas? ¿Por qué los astrólogos preguntan a las estrellas por nuestro futuro? Por que y simplemente por que los ciclos estelares así como los ciclos terrestres están indisolublemente relacionados. Ya las antiguas civilizaciones estaban al tanto de esto y por eso la astrología en todas las culturas fueron piedra angular que permitieron su desarrollo.

La respuesta

De polvo
De doradas hojas sobre mis labios
Crujir de besos del viento sobre los dedos de los árboles
Otoño

Cuando encunetres la respuesta

Dios mío dime, ¿de que están hechos los otoños?
Sopla el viento entre las rendijas de mi ventana
Se escucha el crujir de la hojarasca,
Seco el aire, el viento revuelca el polvo, seco el éter
Pero.... solo una hoja alcance de mi mano, mejor dime tú,
¿Es acaso de tus caderas doradas?
colinas infinitas,
de tus muslos suaves y de tu leche interminable
que está hecho el otoño?
No, no me contestes,
... de eso están hechos los otoños, de eso y nada mas que de eso...

De esto

Estoy hecha de maíz y de caña,
del azúcar que se torna en alcohol
y de la hoja tierna que envuelve el pan azteca.
Estoy hecha de olitas blancas sobre la playa
y de volcanes dormidos y nevados
De palmeras que se mecen con mis caderas
de brisa salada lamiéndome la melena
y de polvo de estrellas.
De cohetes que dejan estela
y de delfines surcando el ancho mar.
Estoy hecha del aliento de Eolo
del correr de los céfiros entre las hierbas
y de la risa de los peces en altamar.

Divan

Y me estiré una tarde cualquiera y ahí estaba el verde del campo entrando por mi nariz, y tú mano y tus cabellos, como el azul del cielo dibujado sobre mi pecho con una nube blanca deshilachada surcándome a mi firmamento.

Ventana

Y si tu voz se asomara a través de aquel nuestro cristal, de aquel nuestro escape hasta el infinito gritando ¿por que te fuiste?.. ¿por que?-.-. ... ¿por que? te respondería mi palabra en un silbido el viento gélido del norte estrellándose sobre el hermoso cielo escarchado de hielo y azul respondiéndote: Sí, sí Te quiero.