Entonces un día que el niño trabajaba mas afanosamente en su madera,,, regresó la niña,,, ahora convertida en mujer. Llevaba en la cabeza luciernagas y flores de azhar,,, el olor hizo al niño suspirar, y ella se acercó a el. El no la habia visto, pero oyo a un ave graznar y volteo su cabeza.
No sabia que pensar, ¿era aquella que se habia ido? oyo el viento y supo que era ella.
Ahi en la puerta del paraíso, le pidió que no se volviera a ir, por que por mas que habia practicado con su boca, no lograba hayar el mismo consuelo en las plantas que en ella.
Asi que ella abrio su mano, y lo toco suavemente. En la selva empezó a sulbar el viento y finalmente fueron marido y mujer...
tuvieron muchas luciernaguitas y uno que otro carpintero...
Feliz dia
Rocio
viernes, 24 de agosto de 2012
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