lunes, 16 de agosto de 2010

Ahi quedó

Y escribimos.
Y lo que teníamos que decir se quedó en tu máquina y en mi lapicera
y de pronto el silencio nos reta.
¿Qué te puedo decir esta tarde calma?
Cuando tus manos traviesas se quedan quieta y fijas en la hoja que ha de ser.
Y mi mano inquieta solo acierta a poner un punto sobre el papel.
¿Será el final me pregunto?
O acaso es que nos ha quedado chico nuestro cuartel.
Algo se mueve en tu vientre y es eso lo que aletarga nuestro diálogo.
¿Será por amor? te preguntas o ¿será por que si?

No hay comentarios: