Escribió un cuento a duermevela, parecía que nunca acabaría,
pero la noche trajo un rayo y recordó que no todo es oscuro en la tormenta, que
sus doloridos miembros no eran más que miembros, y que después flotaría para no
cansarse más.
En el océano aéreo, su cuerpo pasaría remojado para dar paso
a la semilla, y finalmente a la creación.
Muriendo y renaciendo cada vez que su historia se leyera,
muriendo y renaciendo con cada hoja acariciada por el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario