lunes, 8 de diciembre de 2014

PAPA LAGARTO


Por. Rocío De la Rosa Sánchez
¿Qué tendrá el Lagarto? Se preguntan los vecinos del pantano, antes tan alegre que iba y venía por las charcas haciendo y deshaciendo y hoy solo lo vemos sentado y callado sin más diversión que limpiarse de vez en cuando un diente. Papa Lagarto está triste, el verso que quería escribir quedó a la mitad y la urraca lo mira con un ojo sediento, disimuladamente pero lo mira.
Papa Lagarto se ha cansado, sus ojos verdes lo muestran, la luz quiere extinguirse. Se ha cansado de ser la alegría del pantano, ahora que venga otro bufón se piensa, ¿Por qué habría yo de llenar todos los espacios vacíos si ni siquiera un jarro de agua me acercan estos infames vecinos que me miran subir y bajar en el pantano?
La piel se le ha puesto más dura de lo que la tenía, antes sus cuentos y su música  eran el centro de toda la atención del pantano, pero hoy justo hoy papa lagarto esta triste, y en la casa de al lado hay algarabía, mirando con sus ojos de lagarto se sorprende de lo rápido que aprenden los niños y de lo poco que él sabe sobre computación. ¿Qué hará?, ¿dejar que se lo coma la urraca? Nunca ni pensarlo!, el ha comido antes urracas, así que si esa chismosa se le acerca le dará su merecido, si no ha venido aquí a ser pasajero si no a permanecer. Pero como todo en el cosmos, y aun en este pantano la vida tiende a extinguirse.

¿Qué pensarán los admiradores se dice? Algo tan vivo como el arte no puede morir, pero sí sus creadores y es ahí donde se da cuenta que está perdido, se han ido los días de fiesta, en su casa, ahora todos ríen y el solo se rasca un diente, que al parecer le duele, y se queda con su papel ensayando lo que podría llegar a ser un verso.

Lentamente las luces del pantano se apagan pero la de papá no, Papa Lagarto sigue leyendo, se sigue esforzando, pero poner estas palabras en un papel es más difícil que armar un rompecabezas, ¿Qué sigue se dice? La yuxtaposición recuerda… el espacio, tantas cosas que hay que ver en este mundo y el tan solo con una hoja de papel oyendo a la urraca.

Los vecinos duermen a pierna tendida y él rascándose su diente, ni hambre le dio hoy, está enfadado y está decidido que en su próxima vida será astronauta y él será el primero en entender la tecnología. Ahora la charca esta triste, finalmente la luz del lagarto se ha apagado y la urraca ya no mira con disimulo ahora lo quiere, ahora esa sed que tenía habrá de saciarse en cualquier momento.
Papa Lagarto se inclina sobre sus libros, los  repasa uno a uno y encuentra uno sobre como cazar Urracas, lo mira detenidamente y lo lanza a un lado. Quiere estar preparado, consigue betún de pez y lo unta en una estaca; sabe que a la Urraca le encanta el pez. Lo deja cerca de la ventana con un serrucho que le caerá en la cabeza. 
Si aquella loca llega le cortara la cabeza, piensa,  está decidido a no morir ni a dejarse tocar por la urraca, está todo listo, Papa Lagarto calla, hace los preparativos. Tres panes, uno para cada uno de sus hijos que han de venir de lejanas distancias a darle el primer adiós, y tres vasos con anís, para que pasen el pan, todo está listo. Pero en realidad lo que desea  Papa Lagarto es que aparezca el bufón ese que ha de cubrirle, porque el show debe continuar.
Finalmente al amanecer, papa lagarto ve una luz, la urraca se acerca y ¡zas! Cae fría… soy viejo se dice pero no tonto… esas son sus últimas palabras.

 
Moraleja, cuando algo te preocupe tomate el tiempo de pensar como luchar contra la adversidad y  no olvides tus pasadas experiencias.

Veamos mañana como amanece la charca. 

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